Hoy en día, el desarrollo ágil de software se ha convertido en una herramienta de gran utilidad para la creación de soluciones digitales enfocadas en las necesidades del usuario, no solo porque involucra a las personas en los proyectos, sino también porque busca la funcionalidad en todo momento.
Desarrollar software bajo una estructura ágil, permite a las organizaciones tener claridad sobre todos los aspectos en los que se encuentra el proyecto, y detectar en el momento adecuado cualquier impedimento para actuar y resolverlo sin perjudicar el resultado.
Si buscas tener un software funcional y obtener los beneficios de un desarrollo ágil, agenda una asesoría personalizada y hablemos de tu proyecto.
Entre los beneficios de un desarrollo ágil de software, destacan:
Procesos de entrega ágiles.
Al desarrollar software de manera ágil, se busca que el proyecto general sea resultado de una división del trabajo en entregables más pequeños, que puedan ser priorizados y entregados en un corto y mediano plazo. De esta forma, el cliente puede visualizar cómo el proyecto se está desarrollando para detectar a tiempo los cambios necesarios, y el equipo puede garantizar que los objetivos están siendo alcanzados.
Gestión de riesgos.
Los desarrolladores ágiles entienden que cualquier proyecto está sujeto a cambios y mejoras para la satisfacción del cliente, y que además está expuesto a los riesgos y la incertidumbre que enfrenta el mundo en general.
Por esta razón, desarrollan la capacidad de gestionar riesgos mediante prácticas ágiles, lo que les permite adaptarse al cambio y a las circunstancias que enfrenta el proyecto, sin perjudicar los resultados.
Pruebas y mantenimiento.
El ciclo de un desarrollo ágil de software contempla desde el análisis de la necesidad, hasta el funcionamiento del software, lo que implica que los equipos están preparados para realizar pruebas constantes en cada entregable, que pueden ser retroalimentadas en el momento adecuado.
Del mismo modo, una vez que el software ha sido desarrollado, los equipos ágiles monitorean su correcto funcionamiento, e implementan actualizaciones que mejoren la funcionalidad del software de ser necesarias.
Los métodos tradicionales procuran efectuar entregables que cumplan con los requisitos planteados desde un inicio, sin importar los cambios que puedan surgir durante el proceso. A diferencia de esto, el desarrollo ágil busca crear un software funcional, en donde el resultado está enfocado en las necesidades del cliente.
Las bases para un desarrollo ágil de software surgen de la metodología Agile, sin embargo, existe una variedad de metodologías y marcos de trabajo que parten de los principios ágiles para establecer prácticas más específicas y resolver necesidades concretas. Scrum, Kanban y XP, son algunos ejemplos de marcos y metodologías ágiles que son comunes en los equipos de desarrollo ágil de software.
Si estás interesado en crear software y obtener los beneficios de un desarrollo ágil, agenda una asesoría personalizada sin costo para hablar de tu proyecto.